Huelga General 29/09/2010

Si algo saben hacer bien los poderes fácticos de este país, es usar cuanto esté en su mano para conseguir lo que más beneficie a sus intereses. Ponen en marcha toda la maquinaria de los medios de comunicación, movilizan a sus cachorros, a sus estómagos agradecidos porque están asustados. Temen que la huelga sea un éxito, temen que la reforma laboral sea rectificada, temen que nos levantemos contra ellos y exijamos lo nuestro ¡Incluso hay colectivos de empresas que han montado campañas para que ese día se vaya a trabajar!

Una huelga general les supone pérdidas inasumibles. Son tantas las plusvalías que obtienen de la explotación de los trabajadores, que por pura avaricia, no son capaces de renunciar a ellas ni un solo día. Y por ello intentan, inútilmente, desmotivar a todos aquellos que hemos estado esperando esta huelga desde hace años.

El Gobierno español y los europeos han defraudado a los ciudadanos a los que representan. Los brutales ajustes económicos que se están adoptando como terapias de choque para salir de la crisis económica, son injustos socialmente, regresivos laboralmente, y equivocados económicamente porque comprometen las posibilidades de crecimiento económico y de creación de empleo.

El Gobierno español, además, se ha enmendado a sí mismo provocando un giro radical en su política económica y social que ahora se orienta de forma clara, en primer lugar, a un severo recorte del gasto público que recae fundamentalmente sobre las espaldas de los trabajadores y de los pensionistas; en segundo lugar, a una reducción de la inversión pública que frenará el crecimiento económico y la creación de empleo, y que tendrá como principales víctimas a los trabajadores en paro; y en tercer lugar, impone una reforma laboral que elimina derechos de los ciudadanos en sus puestos de trabajo.

Tras una actuación irresponsable de las organizaciones empresariales, centradas exclusivamente en obtener réditos en el abaratamiento de las condiciones de trabajo y el debilitamiento de los trabajadores, el Gobierno ha decidido optar por una desregulación laboral que puede continuar con otros recortes sociales y laborales.

Exigencias

El objetivo de esta convocatoria es reclamar al gobierno y al entramado empresarial español que se cumplan las siguientes condiciones:
  • NO al recorte en gasto social. Que paguen la crisis aquellos quienes la causaron y más se beneficiaron: La banca y los especuladores.
  • Salarios europeos. El salario mínimo interprofesional en Francia asciende a 1321,02€ al mes. En España son 633,30€ mensuales.
  • Cumplir los horarios. Horas extras de carácter voluntario real, siempre de mutuo acuerdo, bien remuneradas.
  • Control estricto de la inflación y la especulación sobre bienes básicos como los alimentos y la vivienda.
  • Acabar con la precariedad y temporalidad. Los contratos de formación son para formar, no para explotar al becario.
  • Universidad pública de calidad y gratuita. No a una reforma de Bolonia que favorezca a las clases con más recursos de tiempo y dinero.
  • Reducción del IRPF a autónomos y sociedades. Agilización y simplificación de la burocracia para fomentar el autoempleo.
  • Aumento de la inversión en I+D+I. Dar prioridad a la investigación para evitar la fuga de cerebros. Renovar nuestra industria.
  • Conciliación de la vida laboral y familiar. Negociación de la jornada intensiva y las 35 horas semanales.
Estas exigencias son perfectamente asumibles y necesarias para el adecuado desarrollo del país y han de satisfacerse de modo inmediato.